viernes, 19 de junio de 2009

Perdidos en el bosque

Un día Juan y sus amigos fueron de día de campo al lindo bosque que había en las cercanías del lago. A ellos les encantaba pescar y recolectar frutos silvestres, en eso estuvieron todo el día.
Como estaba oscureciendo Juan y sus amigos decidieron volver a casa, durante el camino de regreso uno de los amigos se extravió y así continuaron perdiéndose de uno en uno los demás hasta que Juan quedó totalmente solo. Después de caminar solo en la oscuridad de la noche, Juan llegó a su casa, pero sus amigos no estaban por ninguna parte, así es que se fue a buscar a sus padres y a los padres de sus amigos para ayudar a buscarlos. Todos fueron al bosque, buscaron por todas partes y no los encontraron, muy pronto amanecería así es que Juan y su familia volvieron al pueblo para avisar a emergencias pero como Juan iba tan rápido sus padres también se extraviaron, luego los padres de Juan se encontraron con los amigos y estos estaban felices pero no se daban cuenta que también estaban perdidos. Todos pensaban en que podían hacer para que los encontraran y alguien dijo que hicieran una señal de fuego, pero era muy peligroso porque podían hacer un incendio forestal. Finalmente amaneció y la madre de Juan vio algo que brillaba en el suelo y al recogerlo se dio cuenta que era el celular de Juan. Entonces quiso llamar pero la batería se había agotado. Pasaban las horas y estaban desesperados por no poder comunicarse con nadie, además estaban muertos de hambre y no tenían nada para comer. Un árbol que les daba mucha sombra mientras descansaban estaba lleno de un fruto extraño de color verde y rojo, Aunque no los conocían decidieron comerlos, sin pensar en que podían ser venenosos o tener otros efectos, después de comer hasta quedar satisfechos empezaron a tener mucho sueño y se quedaron dormidos.
Por otra parte Juan lloraba desconsolado por no saber donde estaban todos, hasta que un guardabosques apareció y le preguntó porque lloraba y Juan le dijo que había perdido a sus amigos y luego a sus padres, entonces el hombre le contó que una leyenda del bosque decía que cuando alguien estaba enojado se empezaban a perder las personas que quería, pero el tenía el conjuro para el hechizo, este era el jugo del extraño fruto de color verde y rojo que había comido los demás. Cuando Juan bebió ese jugo se durmió pero al despertar estaban todos reunidos otra vez. Abrazó a sus padre y prometió no enojarse nunca más.

FIN

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